Por: César Eduardo Álvarez
edualvarez@univision.com
Esto ocurre usualmente en razón de que, cuanto más estrecha sea la relación entre las personas, mayor importancia tendrá y más evidente será la comunicación no verbal. En ocasiones la falta de diálogo supone una grave atenuante y dificulta la relación inter personal. Muchas veces por la prisa de los padres, al recibir alguna información no le prestan la debida atención y eso les limita conocer la opinión de los hijos, y de igual forma deja una desagradable sensación en los más pequeños al darse cuenta de la predisposición de los adultos al no saber escucharlos,
La situación antes mencionada cobra vital importancia durante el periodo de la adolescencia, cuando son múltiples las situaciones ante las cuales los padres sienten curiosidad por aquello que hacen sus hijos, y estos, ante una situación de presión o exigencias responden con evasivas o el silencio. En relación a cómo facilitar ese flujo de información en el hogar, quienes saben manejar esta situación se dan cuenta que existe un ambiente de compañerismo, cierta complicidad en un circulo de unión con afecto dentro de la casa.
Sobre todo se puede notar un respeto mutuo con valores más asentados.
Sin embargo, lograr un clima de comunicación espontánea en el núcleo familiar no resulta ser una tarea fácil, se debe ayudar a los niños con la práctica, es decir, que los adultos utilicemos mecanismos que faciliten el proceso de comunicación. Para ello resulta de gran importancia la auto estima. Ante cualquier comportamiento positivo de los niños, resulta importante hacérselos sentir, de manera de devolverles una imagen que les sirva de soporte emocional y real de ellos mismos, con simpatía y agrado pero sin exagerar. Aquí resultan de gran valor las palabras de elogio, como por ejemplo: “Qué bien lo has hecho” “Estamos orgullosos de ti”
Son muchos los padres que solo tienen a la mano las criticas, la amenaza, el maltrato, la agresividad y eso marca la conducta de los niños y hace que su autoestima dependa de cómo los intimen los demás, llegando a correr el riesgo de terminar siendo tímidos, introvertidos o indecisos al pensar que no merecen un buen trato. No debemos olvidarnos del rol madre-padre para establecer metas compartidas, donde resulta necesaria la participación efectiva de todos en las decisiones y elecciones que afectan al grupo familiar.-
Sin embargo, lograr un clima de comunicación espontánea en el núcleo familiar no resulta ser una tarea fácil, se debe ayudar a los niños con la práctica, es decir, que los adultos utilicemos mecanismos que faciliten el proceso de comunicación. Para ello resulta de gran importancia la auto estima. Ante cualquier comportamiento positivo de los niños, resulta importante hacérselos sentir, de manera de devolverles una imagen que les sirva de soporte emocional y real de ellos mismos, con simpatía y agrado pero sin exagerar. Aquí resultan de gran valor las palabras de elogio, como por ejemplo: “Qué bien lo has hecho” “Estamos orgullosos de ti”
Son muchos los padres que solo tienen a la mano las criticas, la amenaza, el maltrato, la agresividad y eso marca la conducta de los niños y hace que su autoestima dependa de cómo los intimen los demás, llegando a correr el riesgo de terminar siendo tímidos, introvertidos o indecisos al pensar que no merecen un buen trato. No debemos olvidarnos del rol madre-padre para establecer metas compartidas, donde resulta necesaria la participación efectiva de todos en las decisiones y elecciones que afectan al grupo familiar.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario