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jueves, 8 de octubre de 2009

"VAMPIROS AL SOL" (CAPÌTULO 1) Son sòlo 6 capìtulos.


CAPÍTULO I EL INICIO Había terminado de leer el último capítulo de AMANECER (lo había bajado en formato pdf de http://www.scribd.com/) y suspiré. Me había atrapado la acción, la emoción, el romanticismo, la belleza de la trama. Yo también tenía una historia para contar, sólo que...Había dos diferencias fundamentales. La primera: yo no era escritora. La segunda: mi historia era verídica. Las historias vampíricas no eran ahora remotas (Transilvania). Había seguido con el corazón en la boca la odisea de Bella y sus amigos, había recorrido con ellos desde Alaska hasta el Amazonas, Canadá, Italia, aún el mismo y soleadísimo Phoenix... Mi familia había arrastrado una maldición por generaciones.... ¿Quién, en Venezuela, no había escuchado hablar de brujas? No esas que vuelan en escobas sino esos pájaros negros, grandes, feos, que caen por las noches en los techos para espiar lo que se habla en las casas, que empavan esas casas, que sobresaltan y hacen llorar a los bebés y que al simple conjuro de un VEN MAÑANA POR SAL se presentan al día siguiente a primera hora (y en forma humana) solicitando el ingrediente antes mencionado.
¿Quién, en Venezuela, no había escuchado o vivido de cerca una experiencia con duendes, aparecidos, entierros de morocotas, encantos? Mi tío Alejandro tenía una amiga que vivía en El Valle. Una hermana suya afirmaba vivir MARITALMENTE con un encanto bajo la corriente de un río, en un sitio lleno de piedras preciosas, con serpientes enrolladas como asientos. Lugar al cual no se podía acceder si se llegaba con fósforos (cerillas) o sal. Un día llegó a visitar a su hermana quién, incrédula ante su historia, le colocó en la cartera a escondidas una cajita de fósforos. La hermana se fue, varias horas después regresó llorando desesperada por no poder encontrar el portal de acceso. La amiga de mi tío confesó su acción. La caja de fósforos fue retirada de la cartera y su hermana, disgustada, se fue...para no volver más. Sin embargo...no se oían historias sobre vampiros en Venezuela. (¿No se oían?) Bien, no eran tan frecuentes o populares . Sí podía recordar de niña a una vecina contándole a mi madre acerca de cierto presidente de nuestro país en cuyo mandato desaparecieron muchísimos niños de muy corta edad que le servirían de alimento por ser ...vampiro. .Recuerdo que papá intervino diciendo que se trataba de un millonario brasilero a quien le habían diagnosticado la lepra y le habrían garantizado curación si se bañaba con sangre joven. Según mi papá era este señor el que estaba tras esas desapariciones. Recuerdo haber escuchado a mi mamá contando acerca de un PIÓN (nunca decía peón) de la hacienda en que naciera que se iba al matadero para tomar de las reses recién sacrificadas un vaso de sangre fresca. Según mamá este señor era fuerte como un toro. Si, esas eran...leyendas, o como decía mi abuela, CUENTOS DE CAMINO que servían para desviar la atención de los casos reales. Servían para desviar la atención de ...nosotras. Algunos puntos de la saga de Crepúsculo eran ciertos. (Muy pocos, en realidad. Simple coincidencia) Otros muy (demasiado) lejos de lo verdadero. En mi familia ...todo se había iniciado varias generaciones atrás, en Barlovento (tierra ardiente y del tambor). Comenzó con un desliz de mi tataratatarabuelo (español, oriundo de las Islas Canarias) con la hija mulata de un peón de la hacienda de cacao LAS NIÑAS en Caucagua. (Hacienda de la cual era el Administrador). La chica perjudicada reveló la identidad del culpable a su madre quien maldijo a mi tataratatarabuelo y enterró un trabajo cuyos efectos sufrirían todas las mujeres de su familia. Mi tataratatarabuelo se vió abandonando la hacienda de la noche a la mañana con su mujer, sus ocho hijos y yendo a Caracas a pie, a caballo y en burro. Cruzando siete pasos de río para finalmente llegar a la capital con una mano adelante y otra atrás. Después de haber nadado en la abundancia. Fue allí que comenzó su calvario, donde se vió obligado a presenciar la distorsión de sus cinco niñas. ¿Por qué ese ensañamiento con nosotras ante una culpa eminentemente masculina? No lo sé. Jamás lo entendí. Solo sé que de los ocho hijos de mi tatarabuelo cinco eran hembras. Cinco seres marcados por la fatalidad...ellas y sus descendientes...para siempre. Había comenzado a escribir mis reflexiones, pero me arrepentí, solté el bolígrafo...¿Qué lograría con ello? No me creerían. Y si alguien lo hiciera...no me podría ayudar. No, nadie nunca jamás cambiaría las cosas. Estaba condenada...para siempre. CREPÚSCULO era otro mundo. Un mundo irreal en el cual entre vampiros y humanos podían crearse lazos de amistad y de amor. Una novela fascinante, pero novela al fín. Bajé al sótano, a mi despensa. Extraje la jeringa de mi bolsillo y me aproximé a la joven que me miraba con ojos aterrorizados como siempre, como cada semana en los últimos dos años. Extraje mi ración semanal de sus deterioradas venas. Dos meses más duraría, como mucho, luego tendría qué sustituirla. Salir de cacería. Rutina. Mientras su sangre entraba en mi cuerpo renovando mi energía tuve un pensamiento de rencor hacia ese tataratatarabuelo cuya culpa expiaba. Cuya culpa me convertía en asesina SIN ALTERNATIVA. Y envidié a esos ficticios Cullen que podían subsistir sólo con sangre animal. Me fui a la cama (nosotras sí dormimos) no sin antes programar la hora a la cual sonaría el despertador. Al día siguiente, lunes, no debería faltar al trabajo. Sonreí con amarga ironía, pues como dependienta de una librería, al dia siguiente vendería novelas vampíricas a decenas de clientes. Clientes que al salir con el libro de moda en sus manos jamás sospecharían que se los había despachado...una verdadera vampira. Y estaba aquí, en mi tierra natal, en la soleada capital de Venezuela, sabiendo que REALMENTE la luz solar no era impedimento para el desarrollo de ese tipo de...¿Vidas? ¿Especies?
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