"La historiografía clásica se ha interesado, con más o menos acierto, por el largo peregrinar del pueblo gitano. Pero todos los estudiosos se han encontrado con una escasez de pruebas documentales sobre las cuales poder construir sus teorías. Muchos de los trabajos no son más que castillos de naipes que no resisten un análisis profundo. La mayoría de las conclusiones a las que llegan los gitanólogos sobre la historia romaní se reducen a meras hipótesis. Esto no es óbice para que se haya llegado a un cierto grado de consenso sobre algunos extremos del origen histórico de los romà.
El camino empezó en la India...— El pueblo gitano —o rromanò thèm— es indio de origen y europeo y transnacional de proyección. El origen indio del pueblo gitano —en concreto en el noroeste del subcontinente indostánico, que abarca las regiones del Punjab y el Sinth— es compartido por la casi totalidad de los investigadores. Según el lingüista Vania de Gila Kochanowski, en el siglo IX el Islam invade la India y los indios que moraban en los territorios noroccidentales de la península indostánica emprenden una gran migración hacia el oeste. La segunda migración se produce en el siglo XIII, cuando los hoy llamados gitanos abandonan sus casas ante la llegada de los ejércitos mongoles que conquistan el territorio. A partir de entonces el éxodo de viajeros es continuo.
...cruzó Persia...— El doctor Donald Kenrick no cree que el camino que desde la India trajo a los romà hasta las orillas del Mediterráneo occidental fuese recorrido por un grupo uniforme de población india que se dirigía hacia el oeste. Kenrick apuesta por que “los inmigrantes indios, procedentes de distintas tribus —Sott, Sindhi—, se casaron entre sí, se mezclaron en Persia y allí formaron un pueblo denominado Dom o Rom. Gran parte de ellos prosiguieron luego su desplazamiento hasta Europa y sus descendientes son los gitanos de hoy”. Los oficios que ejercían estos hombres iban desde soldados y agricultores hasta artesanos y artistas. Las hambrunas, las invasiones de los hunos, de los árabes o de los mongoles, las guerras y los desórdenes, y la esperanza de encontrar unas mejores condiciones de vida en otra tierra hicieron que poco a poco diversos grupos de gitanos viajasen en pos del Sol, atravesando el Bósforo y llegando a Europa.
... y siglos después los romà llegan a Europa— Grecia y Armenia fueron importantes cabezas de puente en este paso desde Oriente al continente europeo. A mediados del siglo XIV se detectan ya asentamientos gitanos en casi todas las islas del Mediterráneo y en la Grecia continental. Según algunos autores, el primer territorio europeo que pisaron los romà fue Corfú a principios del siglo XIV. Poco a poco los grupos gitanos se fueron extendiendo por toda Europa. Dependiendo de las costumbres, la zona geográfica que ocuparon y la variante dialectal de la propia lengua hablada por los gitanos, se van configurando los grandes grupos gitanos que han sobrevivido hasta hoy en día: kalé, lovari, sinti, kalderash y manouche.
El atractivo de lo desconocido— Los primeros romà que llegan a Europa deambulan de país en país relatando las más extraordinarias y misteriosas historias sobre su origen. Los habitantes de los países a los que llegan les escuchan embelesados, pero cuando desaparece la magia por lo desconocido los empiezan a ver como invasores, cuando no como vagabundos, delincuentes o ateos. A partir de ahí, la historia de los romà está sembrada de persecuciones, castigos e incomprensión. Pero eso lo explicaremos más adelante."
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