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lunes, 11 de octubre de 2010

EL SERETÓN DE BARAIVED





Por: Marbella Garcia Mendez
Valencia – Edo. Carabobo – Venezuela
Contaba mi padre, que a principios de los años 70, en el pueblo de Baraived (península de Paraguaná – estado Falcón), por las noches solía aparecerse un supuesto Seretón, que se encargaba de cortar la energía eléctrica de toda una calle y por supuesto que al dejar en penumbras a sus habitantes, se daba a la tarea de atemorizarlos lanzando piedras a los techos de las casas y cuanta travesura se le ocurría hacer.
El caso es que un día que papá visitó a su comadre Jóvita Camacho, ésta le comentó lo preocupados y angustiados que estaban, porque desde que había aparecido el duende en cuestión, no tenían vida; ya que de ser una comunidad tranquila el seretón había llegado para descomponerlo todo; mi padre escuchó con atención la historia y al final le preguntó:“¿Últimamente se mudó alguien por acá?”, su angustiada comadre le respondió: “Bueno, no que yo sepa, ¿porque?”, a lo que papá sin mucho pensarlo le soltó: “Ese es algún vagabundo que está enamorando a alguna por aquí cerca y manda a un payaso a alarmar el vecindario, mientras él aprovecha de ver a la muchacha…”. “¡No, como se le ocurre!, fíjese que en las noches nos reunimos todos los vecinos, ya nos hubiésemos dado cuenta”... respondió una indignada Jóvita, a lo que mi padre solo atinó a responder: “Se acordará de mí”, dando por concluida la conversación.
Semanas después papá volvió a visitar a la señora Jóvita, y en medio de la tertulia le preguntó: “¿Comadre, como marchan las cosas por acá?”, Jóvita solo le respondió al tiempo que reía: “¡Si le contara!, Usted tenía toda la razón, fíjese que el bendito seretón no era sino un sinvergüenza que vive de Puerto Cumarebo y venía a ver a escondidas a una de las hijas de un vecino y se traía a un amigo que era el que nos tenía atemorizados, y todo se descubrió cuando se dieron cuenta que la muchacha estaba embarazada…”
Seretón: Duende lúbrico, de grandes travesuras y grandes bochinches

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