Amado Nervo fuè un poeta mexicano nacido en Tepic, Nayarit en 1870.
En su juventud quiso ser clérigo, pero muy pronto se vio atraído por los variados estímulos de la vida, los viajes,
los amores y la misma poesía. Su iniciación estética fue marcada por el influjo de Gutiérrez Nájera y de los grupos
que se congregaban alrededor de «La revista azul» y «Revista moderna», en cuyas páginas se desbordaba todo
el ímpetu del modernismo americano.
Entre el conjunto de su creación, se destacan sus libros «Serenidad» «Elevación», «Plenitud» y «La amada inmóvil».
Falleció en Montevideo, Uruguay en 1919. ©http://amediavoz.com/nervo.htmHoy queremos paladear y compartir con ustedes su poema
"GRACIA PLENA"
TTTTodo en ella encantaba, todo en ella atraía:
su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar...
El ingenio de Francia de su boca fluía.
Era "llena de gracia", como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!
Ingenua como el agua, diáfana como el día,
rubia y nevada como Margarita sin par,
al influjo de su alma celeste amanecía...
Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!
Cierta dulce y amable dignidad la investía
de no sé qué prestigio lejano y singular.
Más que muchas princesas, princesa parecía:
era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!
Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía
dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar,
y cadencias arcanas halló mi poesía.
Era llena de gracia, como el Avemaría;
¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar!
!Cuánto, cuánto la quise! ¡Por diez años fue mía;
pero flores tan bellas nunca pueden durar!
¡Era llena de gracia, como el Avemaría,
y a la Fuente de gracia, de donde procedía,
se volvió... como gota que se vuelve a la mar!
Este precioso poema pertenece a su libro "LA AMADA INMOVIL" en el cual inmortalizò a l mujer con la que compartiò diez años de vida hasta que la muerte la separara de su lado. En otra parte del libro dice"HA DE SOBRARME LA MITAD DEL LECHO Y HA DE FALTARME LA MITAD DEL ALMA".
La mujer que inspirò en él tanto amor y poesìa fuè su fallecida compañera Ana Cecilia Luisa Dailliez, a quien conoció en París en 1901 y le acompañó hasta 1912, dejándolo solo y desgarrado a la edad de 41 años. Su poemario oscila del desconsuelo a la esperanza, de la idea de la pérdida por la contingencia del mundo físico y el miedo a la aniquilación del alma, hasta la esperanza en la Eternidad, ofrecida en el mensaje de Cristo, mientras sufre profundamente, lucha por recordar a Ana al paso del tiempo.
Los lectores que quieran leer gratis este poemario, disponen del siguiente link:
http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/fondo2000/vol2/27/htm/libro23.htm
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