Marbella García Méndez
Valencia - Estado Carabobo - Venezuela.
marbeg@cantv.net
Mi tía Teresa Méndez era una mujer de armas tomar. En una oportunidad allá por 1979, estando reunidos en su casa marido, hijos, hermanos y algunos vecinos se armó una trifulca entre ellos como consecuencia del licor que habían ingerido desde temprano por la tarde. Ya era bien entrada la noche y cuando los ánimos estaban bien caldeados mi tía salió en busca de ayuda y llegó a nuestra casa; la pobre andaba desesperada y pidió a mi padre que por favor le acompañáramos hasta la prefectura del pueblo a buscar un policía porque temía que la cosa se fuese a poner peor.
Mi papá le respondió: "-Está bien, que te acompañe Orbelindo que es varón, las muchachas a ésta hora de la noche no salen"
A mi hermano, quien tendría 16 años, no le gustó mucho la ídea de tener que ir al pueblo a esa hora, pero ni modo....
Demás está decir, que el recorrido para llegar al pueblo era bastante largo (tres kilómetros aproximadamente) y mi hermano quien andaba en pijamas no quiso llegar hasta el pueblo, sino que se quedó en las cercanías esperándola.
De regreso a casa, mi tía quien no se cansaba de repetir que los iba a mandar a todos presos por buscapleitos, mi hermano y el policía quien solo atinaba a decir que tenía los pies llenos de ampollas por la caminata, llegaron finalmente para encontrarse con la escena siguiente: Los vecinos buscapleitos habían desaparecido del lugar, mi tío Raúl Méndez había buscado alojo en nuestra casa, mi tío político Juan y mis primos dormían placidamente la borrachera; el polícia desenfundando su arma de reglamento, dijo: "-¡Alto, en nombre de la máxima autoridad que represento!", pero solo se escuchaban los ronquidos de los pendencieros.
Mi tía hizo que se levantaran ya que no en balde había caminado tanto para buscar las autoridades,y buscó papel y lápiz al tiempo que decía: "-Me anota a toda esa gente que estaba acá peleando y me los cita mañana mismo por prefectura, para que respeten mi casa"
Ella dictaba, mi primo escribía, mi hermano no hacía otra cosa que reír a sus espaldas nada más de ver la escena tan cantinflesca y el pobre policía en un rincón de la sala sobàndose los pies y pensando la caminata de regreso al pueblo, todo ésto a las dos de la mañana...
"-Que citar ni que nada, no nos busquemos problemas con las autoridades, deje las cosas así, mamá" refunfuñaba mi primo, al tiempo que mi tío Juan buscaba en la cocina una guayabas y unas totumas y se las daba al policía en señal de agradecimiento; "-Será por la caminata y el papel de tonto que hizo el pobre" nos contó mi hermano al día siguiente.
Valencia - Estado Carabobo - Venezuela.
marbeg@cantv.net
Mi tía Teresa Méndez era una mujer de armas tomar. En una oportunidad allá por 1979, estando reunidos en su casa marido, hijos, hermanos y algunos vecinos se armó una trifulca entre ellos como consecuencia del licor que habían ingerido desde temprano por la tarde. Ya era bien entrada la noche y cuando los ánimos estaban bien caldeados mi tía salió en busca de ayuda y llegó a nuestra casa; la pobre andaba desesperada y pidió a mi padre que por favor le acompañáramos hasta la prefectura del pueblo a buscar un policía porque temía que la cosa se fuese a poner peor.
Mi papá le respondió: "-Está bien, que te acompañe Orbelindo que es varón, las muchachas a ésta hora de la noche no salen"
A mi hermano, quien tendría 16 años, no le gustó mucho la ídea de tener que ir al pueblo a esa hora, pero ni modo....
Demás está decir, que el recorrido para llegar al pueblo era bastante largo (tres kilómetros aproximadamente) y mi hermano quien andaba en pijamas no quiso llegar hasta el pueblo, sino que se quedó en las cercanías esperándola.
De regreso a casa, mi tía quien no se cansaba de repetir que los iba a mandar a todos presos por buscapleitos, mi hermano y el policía quien solo atinaba a decir que tenía los pies llenos de ampollas por la caminata, llegaron finalmente para encontrarse con la escena siguiente: Los vecinos buscapleitos habían desaparecido del lugar, mi tío Raúl Méndez había buscado alojo en nuestra casa, mi tío político Juan y mis primos dormían placidamente la borrachera; el polícia desenfundando su arma de reglamento, dijo: "-¡Alto, en nombre de la máxima autoridad que represento!", pero solo se escuchaban los ronquidos de los pendencieros.
Mi tía hizo que se levantaran ya que no en balde había caminado tanto para buscar las autoridades,y buscó papel y lápiz al tiempo que decía: "-Me anota a toda esa gente que estaba acá peleando y me los cita mañana mismo por prefectura, para que respeten mi casa"
Ella dictaba, mi primo escribía, mi hermano no hacía otra cosa que reír a sus espaldas nada más de ver la escena tan cantinflesca y el pobre policía en un rincón de la sala sobàndose los pies y pensando la caminata de regreso al pueblo, todo ésto a las dos de la mañana...
"-Que citar ni que nada, no nos busquemos problemas con las autoridades, deje las cosas así, mamá" refunfuñaba mi primo, al tiempo que mi tío Juan buscaba en la cocina una guayabas y unas totumas y se las daba al policía en señal de agradecimiento; "-Será por la caminata y el papel de tonto que hizo el pobre" nos contó mi hermano al día siguiente.
Dibujo del policìa tomado de http://grupos.emagister.com/mensaje/post/1196-2044032
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