(Cuento tradicional )
Andaban por un camino un anciano, su nieto y su burro. El abuelo iba andando, y el niño iba montado sobre el burro. Acertaron a pasar cerca de un grupo de amigos que se encontraban reunidos conversando.
Apenas dejaron atràs el grupo de personas, pudo el abuelo escuchar el siguiente comentario hecho por uno de ellos a media voz:
-¡Hay què ver! ¡Por eso es que el mundo està como està! El niño…que està bien fuerte…montado en el burro. Y el pobre anciano…que ya hasta sufrirà de dolores en las piernas…¡Caminando! Por eso es que la juventud de ahora no respeta a los mayores…Eso se lo tenemos què enseñar nosotros…!!!!!!!!
El abuelo pensò que el comentario era razonable, asì que bajó al niño del burro y se subió él. Al poco rato se toparon con una pareja de labriegos que llevaban el producto de su cosecha al Mercado del pueblo.
Se saludaron. Apenas se alejaron de ellos unos pasos, el abuelo oyò decir a la mujer:
-¡Què hombre tan descarado! ¡Él que es grande y fornido…montado en el burro; y el pobre niño …que hasta flaquito està…caminando! ¡Y pensarà la mamá en casa que el niño va bien cuidado con el abuelo! ¡Muy bien podrìan ir montados los dos!
Pensò el abuelo que el comentario era razonable. Asì que subiò al niño tambièn al burro y siguieron camino montados ambos en el animal.
En un recodo del sendero vieron una pareja de adolescentes ocupados en tumbar los frutos de una mata de mango.
No bien hubieron pasado a su lado, el que subido a la mata aventaba los mangos a su compañero le gritó desde lo alto:
-¡Chamo! ¿Viste eso? ¡Bàrbaro! ¡Ay qué ver cómo hay gente que no considera a los animales! ¿Me van a decir esos dos que no pueden caminar un rato? ¡Si hasta les sirve de ejercicio! ¡Pero,no,qué va!¡Prefieren ir AMBOS montados en el pobre burro que apenas da de sí! ¡Este es el ùnico paìs del mundo donde pasan esas cosas!
El abuelo, considerando razonable el comentario bajò del burro e hizo bajar tambièn al nieto y continuaron caminando los tres, uno al lado del otro.
Estando ya a punto de llegar al pueblo se encontraron con unos viejos amigos que venìan de camino pero en sentido contrario.
Se entretuvieron saludàndose y compartiendo noticias de las respectivas familias.
Al separarse pudo el abuelo alcanzar a oir como uno de ellos le decìa a media voz al resto del grupo:
-¿Vieron lo bruto que es el viejo Vicente? ¿Tù crees que yo voy a andar a pie teniendo un burro?
MORALEJA: NUNCA PODREMOS COMPLACER A TODOS. SIEMPRE HABRÀ QUIEN CRITIQUE. CUANDO HAYAMOS DECIDIDO HACER ALGO DE ALGUNA MANERA, SI COMENZAMOS A MODIFICARLO SIGUIENDO LA OPINIÒN DE
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