Por: MARBELLA GARCÌA MENDEZ (Valencia, Edo. Carabobo)
Le correspondió a mi hermana Deyanira representar a la escuelita "La Pitahaya" en la península de Paraguaná, en el "Plan Vacacional" del año 1974, cuando finalizó su tercer grado de educación primaria. El día programado para salir de viaje, nuestro padre ensilló a su burro "Peniche" y se dirigió con mi hermana Deyanira hasta el pueblo de Buenavista, donde le habían informado que estaría el transporte encargado de llevar a los niños que viajarían; allí le informaron que el lugar de concentración sería en el colegio de Pueblo Nuevo, distante a casi dos horas en el lento andar de "Peniche". Deyanira toda contrariada y llorosa se negaba a salir mas allá de los límites de Buena Vista cabalgando sobre el burro, pero ante el carácter impuesto por nuestro padre no tuvo otra opción que aceptar la incomóda situación. Cumplido el término del "Plan Vacacional" y regresando por los mismos medios a casa, al preguntarle la familía donde la habían llevado a pasear, mi hermana repetía con la felicidad e inocencia natural de los niños, que había conocido Caracas; esto alarmó mucho a mi padre y muy molesto le reclamó a la maestra que como era posible que a la niña la hubiesen llevado hasta Caracas sin consultarlo con él, la maestra le explicó que el recorrido había sido únicamente en la ciudad de Coro y sus alrededores; por lo que mi padre dando la información a la familía dió por concluida la fantasía de Deyanira.
¡Pobre Deyanira, parecía a Cristobal Colón cuando llegó a nuestra Ámerica!.... Cuando salió no sabía para donde iba, no sabía donde estaba y cuando regresó no sabía donde había estado! ¡Que tiempos aquellos!...
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