Por: Aymara Wayuu
Calla, mi corazón, en el silencio
de esta noche fría rememoras
cada latir dejado por el tiempo
-soliloquio de alma que está sola-.
Calla, mi corazón, en el ocaso
oscuro y trémulo percibes desazones;
recuerdas aquel beso, aquel abrazo
y del adiós aún no sabes las razones.
Calla, mi corazón, no estés inquieto
ni pienses en tontos desatinos
no te creas víctima del Destino
ni busques revivir lo que está muerto.
Calla, mi corazón, que en la nostalgia
no podrás anular las despedidas
y quizá la vida -que es tan sabia-
asi logró evitar mayor herida.
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