Cuento que entenderán aquellas personas que aman toda la creación de Dios, hasta los animalitos que parecen insignificantes.
gladysnunezdezapata@hotmail.com
Bailadores, Estado Mérida, Venezuela.
Una mañana, al llegar a la cocina para hacer el café, frente a la ventana vi una hebra de tela de araña, cuyo extremo quedaba a nivel de mi cara. Justo cuando iba a eliminarla, noté un leve movimiento, y ¿qué creen? cuando puse atención, notè que había una arañita, un poquito más grande que una cabeza de fósforo, la cual estaba muerta; el movimiento provenía de otra arañita, más chiquita todavía, que subía muy aprisa unos dos y a veces como tres centímetros, luego bajaba y pateaba enérgicamente a la arañita muerta como queriendo despertarla, y eso lo hacía una y otra vez. Esa actitud me conmovió, pensé que podía ser su mamá, sentí que estaba sufriendo mucho al no poder despertarla; no se rían, pero la actitud de la arañita me sacó una lágrima; no sabía què hacer para ayudarla. Al fin tomé una decisión... sì, lo que están pensando: con mucha tristeza...la maté.
El pueblo de Bailadores fue fundado en 1578. Su nombre se lo debe a los movimientos que realizaban los indígenas que habitaban el lugar, durante los combates con los conquistadores, los cuales simulaban un baile.
El pueblo cuenta con una hermosa arquitectura, una bella plaza y unos parajes espectaculares. Rodeado por unos atractivos naturales que bien valen el viaje cuando uno se encuentra en Mérida.
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