Por: Marbella Garcìa Mendez (Valencia, estado Carabobo, Venezuela)
Contacto: marbeg@cantv.net
En una oportunidad mi madre visitaba a mi sobrina Noelba desde el interior de la península de Paraguaná a Punto Fijo. En las cercanías de la casa se le acercó un señor bastante mayor con un niño como de diez años. Llamando su atención quiso conversar con ella. mi madre apuró el paso ( le pareció extraño porque no conocía al señor ni al niño).
Entonces el niño corrió detrás de ella y entregándole un papel doblado, le dijo: "Señora, el Señor le Ama"
Mi mamá le dice: "Mira muchacho falta de respeto, yo tengo esposo y voy a llamar a la policía" al tiempo que caminaba mas rápido, mientras el niño le gritaba detrás: "Señora, el Señor le Ama".
Al llegar a la casa de Noelba le cuenta: "Hay que ver, el mundo está perdido, viniendo para acá me encontré a un viejo con un niño y como el viejo no me pudo alcanzar mandó al niño para que me dijera que el señor me amaba.... ¿Que ejemplo le está dando a ese niño? "
Noelba le respondió al tiempo que se carcajeaba: "Guillermina, ese señor es un vecino que es Testigo de Jehová, ese niño es su nieto y salen todos los días a predicar la Biblia; lo que te decía era que Dios te ama, no te estaba irrespetando"....
Allí fue cuando mi madre, entendiendo lo sucedido , se unió a la risa de Noelba y dijo: "Ya decía yo, que el mundo no podía estar tan perdido"...
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