UN HOMICIDIO MISTERIOSO
AUTOR: GABRIEL BAEZY asì transcurriò el dìa, un dìa que parecìa ser normal, como otro cualquiera. En ningùn momento sospechè todas las complicaciones que me acarrearìan las siguientes horas.
Justo antes de la clase con el profesor Juan se nos notificò su inasistencia al Instituto. (Algo muy raro ya que en ocho años jamàs habìa faltado a una clase). Debido a esta falta salimos màs temprano que de costumbre.
Mientras me dirigìa a casa me llegò un misterioso mensaje de texto de un nùmero desconocido:
" msn.Ve al Instituto hoy a las 11 p.m. Veràs algo interesante para tì. Debes ir solo. Si no acudes lo lamentaràs."
En un primer momento me diò miedo, pero despuès pensè que debìa ser alguno de los bromistas del Ìnstituto intentando hacerme una jugarreta. Asì, decidì obedecer el mensaje e ir a la cita por pura diversiòn.
Asì lo hice, alrededor de las 10:30 p.m. salì de casa a escondidas y me dirigì al Instituto. Al llegar, debido a la luna llena y a los efectos de las sombras, el lugar me pareciò tètrico y macabro pero no me detuve pues querìa averiguar quièn estaba tras el mensaje. Trepè al muro y penetrè al recinto. Comencè a recorrer los salones lentamente. Asì los fuì descartando uno a uno sin hallar nada especial. Al llegar al 3er. piso, ya a punto de entrar a revisar el aula donde comunmente impartìa sus clases el profesor Juan escuchè un leve sonido dentro, como el producido al ser arrastrada una silla.
Extraje de mi bolsillo la navaja que siempre cargo conmigo y exclamè en voz alta:
-¡Hey! ¡Quien sea que estè dentro salga de una vez! ¡No es una buena broma! ¡A esta hora no deberìa estar aquì!
De pronto oì el ruido de cristales rompièndose, Sin pensarlo dos veces abrì la puerta y encendì la luz justo a tiempo para divisar una silueta saltando por la ventana. En el suelo se encontraba el cuerpo inmovil del profesor Juan. Sin tocarlo, saquè mi celular y llamè primero a una ambulancia y luego al Dpto. de Policìa.
Me quedè en las afueras del Instituto esperando que llegaran y apenas lo hicieron los conduje al tercer piso. Luego de examinar el cuerpo del profesor Juan corroboraron mis sospechas al indicar que no poseìa signos vitales. Uno de los policìas se me acercò:
-Hey, chico, ¿Cual es tu nombre? ¿Què hacìas acà a estas horas?
-Mi nombre es Manuel Guedez y estoy acà debido a un mensaje que recibì esta tarde.
-Muèstramelo- ordenò el oficial con voz huraña.
Asì lo hice, èl, con expresiòn de desconfianza me dijo:
-Cuèntame lo que pasò acà.
PRÒXIMO CAPÌTULO: "¿CÒMO PRUEBO MI INOCENCIA?"
(¿Creerà el policìa la versiòn de Manuel? ¿Què consecuencias traerà para el chico haber estado "en el lugar equivocado" y "en el momento equivocado"?
NO SE PIERDAN EL SIGUIENTE CAPÌTULO DE ESTA INTERESANTE SERIE.
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