El "Metro" (apócope de "ferrocarril metropolitano") de Caracas, se ha convertido ultimamente en "tarima" donde músicos aficionados realizan sus interpretaciones para solicitar al final una contribución en metálico.
He tenido la ocasión de escuchar a varios de ellos. Se pasean por muchos estilos musicales: música llanera, baladas, música "country"estadounidense, reggaeton, rap,etc. Son muy pocos los que no tienen buena calidad interpretativa.
Hay dos jovencitos que "rapean". Uno va detrás con un reproductor encendido con la música de fondo en tanto el otro se dedica a hacer versos alusivos a los pasajeros arrancándoles sonrisas y una que otra risa (a veces también uno que otro ceño fruncido). Hay un trío de chicos que en forma bastante original (uno tocando la guitarra y los otros dos con maracas) cantan realizando unos juegos de voces espectaculares.
He visto a un joven moreno, melancólico, de cara muy triste, vestido en forma...casi estrafalaria. Se acompaña de una guitarra con cuerdas de metal y tiene una voz...realmente prodigiosa.
Hay un abuelo que canta música llanera acompañado en forma estupenda con su cuatro.
A la hora de solicitar la contribución hay quienes dicen aceptar "cestatickets". A un niño escuché lo siguiente: "...recuerden que el dinero que me den irá a un fondo...al fondo de mi bolsillo." Y los chicos raperos concluyen con un
"Gracias a los señores que me dieron sencillo, antes que se arrepientan me lo meto en el bolsillo"
Hay quien disfruta el canto, hay quien se fastidia y hasta disgusta..pero es una realidad. e independientemente de que nos agrade o nos desagrade debemos estar conscientes de que si en el Metro a veces falta el aire acondicionado ya son cada vez menos las veces en que falta la música en vivo.
COMENTARIOS A ESTA ENTRADA:
Eduardo dijo...
En el mes de septiembre 2010, la Policía Nacional Bolivariana se dedicó a expulsar a todo músico que estuviese tocando en los trenes y sus inmediaciones. Sin embargo, no le dicen nada a los mendigos y pedigüeños en los trenes, aún en el 2011.
<<<<< EDUARDO MARQUEZ >>>>>>>
10 de marzo de 2011 07:52
He tenido la ocasión de escuchar a varios de ellos. Se pasean por muchos estilos musicales: música llanera, baladas, música "country"estadounidense, reggaeton, rap,etc. Son muy pocos los que no tienen buena calidad interpretativa.
Hay dos jovencitos que "rapean". Uno va detrás con un reproductor encendido con la música de fondo en tanto el otro se dedica a hacer versos alusivos a los pasajeros arrancándoles sonrisas y una que otra risa (a veces también uno que otro ceño fruncido). Hay un trío de chicos que en forma bastante original (uno tocando la guitarra y los otros dos con maracas) cantan realizando unos juegos de voces espectaculares.
He visto a un joven moreno, melancólico, de cara muy triste, vestido en forma...casi estrafalaria. Se acompaña de una guitarra con cuerdas de metal y tiene una voz...realmente prodigiosa.
Hay un abuelo que canta música llanera acompañado en forma estupenda con su cuatro.
A la hora de solicitar la contribución hay quienes dicen aceptar "cestatickets". A un niño escuché lo siguiente: "...recuerden que el dinero que me den irá a un fondo...al fondo de mi bolsillo." Y los chicos raperos concluyen con un
"Gracias a los señores que me dieron sencillo, antes que se arrepientan me lo meto en el bolsillo"
Hay quien disfruta el canto, hay quien se fastidia y hasta disgusta..pero es una realidad. e independientemente de que nos agrade o nos desagrade debemos estar conscientes de que si en el Metro a veces falta el aire acondicionado ya son cada vez menos las veces en que falta la música en vivo.
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Eduardo dijo...
En el mes de septiembre 2010, la Policía Nacional Bolivariana se dedicó a expulsar a todo músico que estuviese tocando en los trenes y sus inmediaciones. Sin embargo, no le dicen nada a los mendigos y pedigüeños en los trenes, aún en el 2011.
<<<<< EDUARDO MARQUEZ >>>>>>>
10 de marzo de 2011 07:52
1 comentario:
En el mes de septiembre 2010, la Policía Nacional Bolivariana se dedicó a expulsar a todo músico que estuviese tocando en los trenes y sus inmediaciones. Sin embargo, no le dicen nada a los mendigos y pedigüeños en los trenes, aún en el 2011.
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