“Anteriormente, el espacio que usamos para la siembra de los alimentos era usado como caminería por los vecinos de la comunidad. En vista de que el terreno era de la escuela, tomé la iniciativa de hacer algo productivo y decidimos impulsar este proyecto”, informó el profesor José Lamus.
En el huerto se cosecha cebollín, ajoporro, cilantro, lechuga, maíz, pepino, lechosa y guayaba. Asimismo, hay plantas ornamentales y medicinales como orégano orejón, sábila y malojillo.
Lamus explicó que los alumnos de primero a sexto grado se encargan del mantenimiento. Para ello, ven 45 minutos de clases de la materia Cultivos organopónicos. “Elaboramos abonos, sembramos y trasplantamos plantas. En la actividad participan un total de 300 alumnos entre las 10 secciones”, dijo.
Expuso que gracias a esta cátedra los niños ven cómo se desarrolla la fotosíntesis a través del crecimiento de las matas, y cómo algunas, que no tengan mucha raíz, pueden crecer y dar frutos.
“Hay dos brigadas de 20 alumnos en cada una de las secciones de tercero a sexto grado. Se formaron estos grupos con el propósito de que ellos se vayan incentivando en la protección y cuido del ambiente. Que sientan ese cariño y esa disposición. A la vez que se le inculca el trabajo productivo, la responsabilidad y la amistad entre todos ellos”, indicó el profesor.
Proyecto de Desarrollo Endógeno
Lamus indicó que se tiene previsto ejecutar una segunda parte para impulsar el desarrollo endógeno. “La cosecha se vende internamente a maestros y representantes. Con los ingresos compramos herramientas como pala y picos. No obstante, se quiere crear una librería ambulante en donde los alumnos puedan comprar lápiz y borras de una manera económica”.
Dijo que también se quiere implementar huertos familiares en los hogares. “Es importante que los alumnos tengan la experiencia dentro de sus casas, ya sea para el beneficio interno como para compartir entre la familia y los vecinos de la comunidad. Si esto se logra sería algo muy satisfactorio."
Los protagonistas
“Nos encargamos de aflojar la tierra para sembrar y sacar las cosechas. Los jueves y viernes estoy con la brigada”, contó Jhon Terán, alumno de sexto grado.Luis Blanco indicó que en las clases hacen abonos con cáscaras de huevos y plátanos. “Si uno se enferma tiene plantas para curarse, como el malojillo y la sábila”.
“Me gusta sembrar y ver cómo las plantas crecen sanas. Es muy importante lo que hacemos para tener oxígeno”, dijo Benelin Corona.
Ángel Araque y Josue Hernández, de cuarto y quinto grado respectivamente, afirmaron que les gusta esta actividad porque es algo que los beneficia y que a la vez les da comida.
Apoyo del Ciara
El profesor de la Escuela Nacional La Vega, José Lamus, informó que la Fundación de Capacitación e Innovación para Apoyar la Revolución Agraria (Ciara) les ha brindado una ayuda incondicional.“Siempre hemos contado con ellos de una manera voluntaria y dinámica. Nos apoyan y nos suministran semillas y asesoría técnica para que todos los niños tengan conocimiento sobre la siembra”, afirmó.
Lamus dijo que además el Ciara le ha donado varias herramientas. “Gracias a esta institución y a la ayuda de los mismos vecinos de la comunidad, poco a poco, vamos impulsando el querer por el ambiente”, agregó.
FUENTE DE LA INFORMACIÓN: www.ciudadccs.info/?p=150551#more-150551
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