AUTOR: Gabriel Jesùs Baez
Puros y molestos ojos
que aunque provocàndolo
mi deseo no fue liberado.
El deseo invita a la locura
y la puerta a la destrucciòn se abre.
Al final esto no quema (la llama)
pero el polvo impotente permanece.
Mi sacrificio ofrecido
a cambio de placer.
Te poseerè una vez mas.
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